Esta Congregación, surgida en la Bélgica de lengua flamenca, y que, canónicamente, es de derecho diocesano, está vinculada a nosotros no sólo por su nombre sino por estar bajo la protección de San Jerónimo Emiliani.
En 1717, un grupo de laicos, apoyados por una asociación de benefactores, había creado en San Nicolás (“Sint-Niklaas” cerca de Gante-Bélgica), un orfelinato. Ya más recientemente, en 1827, a poca distancia del anterior se inauguraba una nueva construcción, que suponía el fin tanto del uso de la primera casa como de la propia organización que la había regentado hasta entonces.
Los esfuerzos por confiar la dirección de la nueva obra a una organización religiosa que garantizase su continuidad, llegaron demasiado tarde, pues no pocas vicisitudes, algunas de corte político (la unión de Bélgica y Holanda y la negativa a reconocer las instituciones católicas) habían obstaculizado la realización de este proyecto.
En 1839, el obispo de Gante, monseñor Delebecque, conseguía dar a un grupo de generosos empleados del orfelinato una regla provisional de vida, y dos años más tarde descubriría en fray Teodoro Van den Brempt al hombre providencial, celante y valeroso, dispuesto a guiar a la nueva familia religiosa.
Los Hermanos ciñen su actividad al territorio belga y tienen casas en Sint Niklaas, Sleidinge Gent, Lokeren, Maldegem y Stekene, todas ellas en la zona flamenca. Ejercen su apostolado fundamentalmente a través de la enseñanza y de la sanidad, con una atención especial a los enfermos mentales, mediante obras modernamente equipadas, al servicio de un considerable número de personas.
Los Hermanos ciñen su actividad al territorio belga y tienen casas en Sint Niklaas, Sleidinge Gent, Lokeren, Maldegem y Stekene, todas ellas en la zona flamenca. Ejercen su apostolado fundamentalmente a través de la enseñanza y de la sanidad, con una atención especial a los enfermos mentales, mediante obras modernamente equipadas, al servicio de un considerable número de personas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario